EVERYME Y MIS CADAUNADAS. Concierto de PLACEBO. Palacio de los Deportes (El Ring). Madrid, 30 de julio

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Tal y como tan bien berrea Mr. Molko, cadauno es cadauno y tiene sus cadaunadas. Y yo tuve una única durante el concierto que dieron PLACEBO el pasado miércoles en Madrid. Las ganas eran muchas. Quizá excesivas. La primera y única vez que los vi no fui consciente de ello. Fue hace milomás años y nadie les conocía aún. Ni siquiera yo. Venían teloneando a mi amado Duque Blanco que fue el primero que apostó por ellos y el que les dio el marchamo de calidad al llevárselos de gira y dejar que hicieran una bonita versión de "Five years". Y yo todo esto no lo he sabido hasta hace no mucho cuando, contando como el tío gilito mis entradas antiguas, me dije "coñé los Placebo de teloneros del Bowie ¿y yo estuve ahí?" Agüita.  La segunda vez que intenté verles cancelaron el concierto dos días antes. Carbronias. Por tanto, lo más que había visto hasta ahora, al menos conscientemente, había sido su antiguo baterista Hewitt en su solitario intento llamado muy premonitoriamente Love Against Ruin. ¡¡¡¡Pero la de mañanas de sábado resacoso y melancólico que me he puesto sus cansinas baladas para regodearme en mi no pretendida soledad¡¡¡



Total, que esperaba que me lo dieran todo. Peroooooooo, o no soy tan fanchi de PLACEBO, o el Molko tocó lo que le salió del funki o luego, cuando ya me fui despavorida con esa prisa tonta que te entra para no esperar grandes colas a la salida del parking, empezaron un nuevo concierto solo temazos que me perdí. El caso es que me supo a ná y menos. Solo canté dos canciones y brinqué otras dos más cuando mi intención era no parar desde que Brian y su khol dijeran ¡¡¡¡buenas noches Madrid¡¡¡¡ Pero ni eso, pues fue Olsdal, el suecorro guitarrista, en un perfecto español que solo da el amor, el que presentara prácticamente todas las canciones e hizo más de maestro de ceremonias. By the way, que por no cantarse ni se dignaron a ofrecerme ese "corasondesenisero" (y mira que ese parece ser su nombre inicial, Ashtray Heart)...... Y eso que a PLACEBO le pillas una frase y ya te has hecho con toda la canción porque mira que son cansinos como ellos solos en cuanto a un estribillo se refiere. Pero el que acertó fue Gus Iglesias, el reportero más dicharachero de Radio 3 quien, todo clarividencia, vaticinó que se marcarían el "Running up that hill" de Kate Bush que cumplía ese mismo día 56 castañas. Esa, mirapordónde, sí que la interpretaron.


Y ahí se presentaron con una rubia que tocaba la pandereta. Quién fuera ella. Pero claro, también tocó el teclado. Y el violín. Yo  tanto, tampoco. Y con un hombre, medio escondido entre los altavoces, que tan pronto tocaba el bajo, como una guitarra. Pero no sé cómo pude ver a estos miembros en la sombra si estaba rodeada de smartphones en alto dando por culo. ¿De verdad que luego veis en algún momento lo que grabáis?. Yo no, nunca. Y por eso decidí hace tiempo dejar de hacerlo porque, o estás pendiente de lo que grabas y te pierdes el verlo en vivo y en directo (que de eso se trata lo de ir a un concierto ¿no?) O grabas la calva del de delante o los focos o los zapatos de la muchachada. Cada vez entiendo más a las SAVAGES en su cruzada de prohibir que se use el móvil en conciertos: cojonas atended a lo que pasa en el escenario y dejad de contarlo a quien le importa tres cojonas lo que estás haciendo en ese preciso momento. Andá, pero si yo estoy haciendo lo mismo ¿no?. Pero Every me, no es every you, my friend ¿mentiendesloquetequierodecir?

Buena idea la de los gestores del Palacio de Deportes con eso de habilitar solo lo que llaman "El ring" cubriendo con telas negras el resto: no se necesita tanta gente para petarlo y se gana en acústica. Que por cierto, la aprovecharon especialmente bien los teloneros L.A los cuales me dieron una gratísima sorpresa cuando me enteré que acompañarían con su Dualize a los londinenses. Y este temazo SÍ que lo tararerée. Gracias L.A. por permitirme ver cumplidas al menos mis expectativas de dejar sordo a quien esa noche tuvo la mala suerte de ponerse a mi lado. Terminaron por todo lo alto con su "Outsider" que, a lo mejor en EEUU pasaría desapercibido, pero ¡cojonas¡ que son mallorquines y hacen que parezca fácil lo difícil. Mi aplauso de corazón (ya sea de cenicero o no) vaya por tanto para ellos.


A pesar de todo siempre me gustará Molko y cómo juega con la ambigüedad: ahora estoy aquí, ahora no. Saltando a la comba, como solo él sabe, con la delgada linea roja. Pero aquí estoy yo en la terracita de un acantilado sobre la bonita playa de Sacido, en Lugo, escuchando el Stairway to Heaven y apretándome un gintonic negro en un día de esos de verano gallego de ponchaquetaquitachaqueta. Efectivamenteysi, el éxito y la fama para los placebos como el Molko y compañía pero, LA VIDA, PA' MÍ.



I'm unclean, a libertine
And every time you vent your spleen,
I seem to lose the power of speech,
Your slipping slowly from my reach.
You grow me like an evergreen,
You never see the lonely me at all