Cómo ha cambiado el cuento. No es que yo haya mamado de los pechos del antimperialismo yanqui pero tampoco es que sea mucho de dar la bienvenida al Mr. Marshall de turno. El caso es que no entiendo el jaleo que hay montado con el tití ese. Venga va, me explico, me refiero al TTIP: "Transatlantic Trade & Investment Partnership", el acuerdo internacional que están negociando EEUU y la UE. Vamos, como para decirlo con tres bourbons de más. Por eso mejor lo dejamos en el "Tití". Las grandes corporaciones y los gobernantes siguen haciendo lo que les sale del funki y los tratados internacionales siguen estando para ser incumplidos. Ahora parece que hemos de luchar juntos contra la amenaza amarilla. Y yo me pregunto ¿qué hay de nuevo, viejo?.
Y claro vosotros os preguntaréis, y esto ¿qué cojonas tiene que ver con el concierto que ARIZONA BABY GUITAR DUO (es decir que se dejaron al baterista en casa con un virus) y FLECHMANN nos regalaron anoche en la Sala EGO? Pues todo y nada, my friends, puesto que asistimos a un concierto muy francamente de música americana hecha por mangurrianes europeos del norte de África. Yestoesasí. Esa geopolítica de moda es lo que tiene: nos hace mezclarnos, contaminarnos y hasta corrompernos hasta el punto de hacernos perder el norte. O el sur.
Con su "Wicked Mind" que suele hacer con otro de sus infinitos proyectos paralelos (Musselman), el artista antes conocido como EMPMHSEAELDCDH (El Más Promiscuo -Musicalmente Hablando, Se Entiende- A Este Lado Del Corredor Del Henares), D. Manuel Flecha Ontivero, ahora denominado FLECHMANN, empezó su teoría de "Bailar pegados no es bailar si no bailas por dentro". Además de hacer sus muy peculiares versiones a lo guitarrita rinkirinki del "Crosstown traffic" de Jimmi Hendrix o un sorprendente "Ace of spades" del que no sé qué pensaría el bueno de Lemmy, sacó desde lo más profundo de sus greñacas lo más granado de su repertorio personal como ese "Needle of Death" que te arrebata hasta el aliento.
Para ver al duo guitarrista de ARIZONA BABY me puse la mejor de mis camisas de cuadros aunque he de reconocer que me dio pereza ponerme las botas camperas con este veranillo del membrillo que hace todavía más difícil decir adiós a un verano que ya no volverá. Presentando su nuevo trabajo "Secret Fires" que está a puntico de publicarse ( el 7 de octubre si no recuerdo mal a pesar de las mil veces que lo dijeron), Javier Vielba, o el Meister (otro promiscuo musical, pero éste del otro lado del Corredor del Henares) y el Sr. Marrón, el cuervo negro de la meseta central (no me digáis que no pasaría por uno más de los hermanos Robinson), hicieron un conciertaco del trece mano a mano. Bueno sólo con sus manitas no, que fueron ayudados con ese bombo/pandereta que se agenció el de las barbas. Ese no, el de la izquierda. Eso sí, un consejito os doy: la próxima vez pedidme que os la toque yo. La pandereta, me refiero. Que conocido es en la aldea mi virtuosismo con ese bello instrumento. Y así, en ese duelo de guitarras tan bonito de vuestro "Everything" os hubiera lucido más (si cabe) el pelo. Como diría aquél :¡¡¡¡All right¡¡¡¡ (no, no era yo la que lo gritaba en cada canción, aleluyagloriadiox.)
Y volviendo al "Tití" del que hablaba al principio os recomiendo una atenta escucha de esta nueva joya de los niños de Arizona denominada "Owners of the world" que ellos (o su community manager) describen como "una preciosa metáfora indignada tan atemporal como certera". Versiones también las hubo y me gustó especialmente ese "Sixteen tons" que es la versión USA de nuestro patrio Luis Aguilé y su "es una lata, el trabajar, todos los días te tienes que levantar..." porque que levante la mano a quien se le haya pasado ya la crisis de la vuelta al cole. Y no me extraña que ellos también se pusieran en un momento tiernos, cabreados, eso sí, pero tiernos con un descorizonador "Wooden nickels". Snif. Y grrrgrrggg.
Y para despedirme (tranquilos, que no cunda el pánico, no me montéis un concierto homenaje de despedida pues solo será hasta la próxima rubicrónica) aquí os dejo este bellezón creado por Ben "tecomíató" Harper e interpretado magistralmente por nuestro Manolo. Y es que, no se lo digáis a nadie, pero yo también tengo diamantes en mi interior. Aunque no lo parezca. Y mis tesoros serían dignos de ser objeto de un tratado internacional.
"A candle throws its light into the darkness
In a nasty world, so shines the good deed
Make sure the fortune, that you seek
Is the fortune you need".
(Graciasmil Sara Alvarez por dejarme robar tus fotacas).