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domingo, 17 de abril de 2011

UN VOZARRON EPICO. WHITE LIES. Sala Heneiken. Madrid, 16 de marzo

De los teloneros, Crocodriles http://www.myspace.com/crocodilescrocodilescrocodiles  me quedo con su rollo ramoniano y el género femenino de la baterista. Jeyjouletsgou shalalalalá.

Y más despitá que el abuelo Lemmy en un desfile de Giorgio Armani, allí me presenté en el concierto de los White Lies http://www.myspace.com/whitelies/music cuya unica referencia que tenía era la cansina insistencia de mi amigo Jumber sobre "québuenosonlosjodíos" y el video del niño que sale de regalo en una chocolatina (Bigger than us). Claro, que más despistado estaba el gañán que se encontraba a mí lado que cada vez que terminaba una canción se preguntaba cuándo saldrían "laschiquitas, esasquestántanbuenismas" (supongo que se refería a las muchachuelas que se podían ver en la entrada del concierto y en la portada de su ultimo cd que, evidentemente, no forman parte de la banda).

Qué vozarrón la de Harry McVeigh. Ya no se encuentran vozarrones como esos que causaron tanto furor en los 80, década prodigiosa a la que tanto evoca la música de estos londinenses. Andeandarán esos Tony Hadley de los Spandau Ballet, Martin Fry de ABC o Philip Oakley de la Human League (que, curiosamente, están girando y vendrán a Madrid en breve). Bueno, vale, se podría también citar dentro del elenco vozarronil de los 80, eso sí en otra onda más moñas, a ese Rick Astley. Aunque unacosicaosvoyadecil: lejos, muy lejos están todos ellos del vozarrón por antonomasia: Mr Barry White....Ya estoy escuchando susurrado en mi oido ese can't get enough of your love, babe. Repelús de parrús

Aunque ya sabéis que yo siempre estoy amenazando con que vienen los 90 otra vez, está claro que todavía le queda al revival de los 80. Y de eso los White Lies saben mucho y de lo épico que debe ser cualquier himno juvenil que se precie. Lo que no entiendo es la de pijos que había en el concierto. Claro, que ejke ultimamente estoy acostumbrá a estar siempre pertrechada de melenudos. Finos y elegantes pero hay que joerse como guardan celosamente su sitio. Me entraron ganas de echar un pisito (que, by the way, en esta sala verde hay para ello que subirse al quinto cielo) y luego fue ya un imposible volver con mis amigos. El muro pijil gafapastero era impenetrable. Yo, que en todos los festivales desaparezco y localizo sin problemas a mi cuchipandi entre las masas de gentes y que he tocado valla con los Pearl Jam con mochila y tó aprovechando para avanzar cada salto de la muchachada.  Cagüentó con los pijos ....
Let's grow old together,
And die at the same time.
¿Es o no es ochentero?
¿Es o no es épico?

 

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