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domingo, 9 de junio de 2013

RESACÓN EN LAS MATAS. Concierto de BLUE VELVET, DIEAWAY y GRAPESHOT. Sala Exacalibur, Madrid, 1 de junio

Que tengáis muy claro que, a diferencia de Las Vegas, lo que pasa en la Excalibur (pronunciado LaEjkalibur) NO se queda en la Excalibur. No, si dejan a mi rubio pelazo pasearse a sus anchas por allí. Una semana entera le ha costado a mi media neurona liberarse de ese reconcentrado de polialcoholes al que la sometí a una hora tan temprana de una tarde de sábado. Y todo por un mangurrián que le ha dado por casarse (efectivamenteysí todavía hay incautos que deciden cometer tal fechoría).

¿El leitmotiv de la noche?: un mangurrián se casa y los amigotes tienen la excusa perfecta para chuzarse una noche hasta perder el sentido. Eso sí, con clase, pues deciden hacerle al homenajeado una minifestival tan à la mode en la época estival con todos los géneros musicales que causan inquietud al cónyuge en ciernes: la Creedence, el grungerío fino y el death metal. Bonito cóctel. Es decir, le organizan un festival de luz y de color donde la longitud de los pelos de los músicos iba proporcionalmente en aumento a medida que nos íbamos adentrando en la noche (the later, the longer). La nitidez y cristalidad de sus voces, justo al revés. Al igual que mi capacidad para decir cocacolacero del tirón. Y así nos encontramos, un sábado de feria, en esta mítica sala jevorra, ahora reconvertida en un MamaPacha más apegada a la música restreggón que a la metalosis.

Comenzó la tarde con un encuentro fortuito en un bar de los aledaños en donde se enfrentaron la hinchada del Athletic de Bilbao y la del novio. Bares qué lugares tan gratos para vociferar. La de cervecicas frejkitas que cayeron. No me extraña que luego no recuerde ni la mitad de la conversación que mantuve horas más tarde sobre el colectivo Estúpida Fregona. Pero para estúpida la fregona del obsesivo encargado de la Ejkalibur que se empeñaba en pasar cada vez que se caía una gota de las copas (y creedme, se cayeron litros y litros). Cualquier Jefe de salud y seguridad laboral lo sabe: alcohol+baile+suelo mojado: p'habernos matao. Pero vamos, rubiaK céntrate que, para variar, estás adelantando acontecimientos.

Empezaron el denominado FESTIGABS los BLUE VELVET y su currado tributo a la Creedence Clearwater Revival (hay premio para quien sea capaz de decir el nombre de esta legendaria banda sin necesidad de leerlo). Los hermanos De la Mata y sus muchachos (Víctor, Nacho, Jorge y Daniel) dieron un recital vocal grande que arrancó los piropos de mi más querido pitufo gruñón, a la sazón cantante del siguiente grupo que tocó, que flipó en colores con sus gorgoritos. Yo me quedé especialmente fascinada con esa pandereta fashion que en ocasiones sentí infrautilizada y que bien me hubiera gustado haber tocado cuanto y como se merecía. Ya que finalmente, aunque me lo prometieron, no me pasaron el setlist, diremos que tocaron muy animadamente el Have you ever seen the rain y el Down on the corner, amén de otros temas clasicorros de Fogerty y compañía mientras tenían que dar la mano cadadosportres a uno de los amigos del novio en plena fase de exaltación de la amistad. Luego se sentó y ya no pudo más nunca levantarse en toda la noche. Qué lástima. Se ansió tanto que se perdió el momento tequila.

Los segundos en saltar a la palestra fueron mis renovados DIEAWAY que en un maxmix grungero preparado para la ocasión le dieron a sus temas propios como Floydian eye,  a los Alice in Chains (es lo que tiene poder disponer de un otro guitarra cantaor) donde bordaron el Would? a dos voces, y ¡¡¡atención señores¡¡¡¡, por primera vez nuestro ChrisCornelldeJesúsydeTodoslosHenares le dio por arrancarse con Soungarden regalándonos un Rusty cage y un Spoonman muy francamente. Pero los que sin duda provocaron los grandes coros de ese público entregado y cada vez más borracho fueron los temas de Pearl Jam, especialmente ese Jeremy que fue convenientemente destrozado por el agasajado Gabi. Y aquí es donde una rubia descerebrada conminó a la ya ebria muchachada a beber a morro un tequila frejkito que ofrecía por doquier mientras que su ayudante de cámara (que no mayordomo) dejaba ciegos a los asistentes con su flash .

GRAPESHOT se encargaron de cerrar el FestiGabs mediante lo que ellos autodenominan "un compendio de trozos de metal de diferente naturaleza, que son lanzados violentamente por un cañón envolviéndolos en llamas". Tócatelospiesmariluz. Y solo puedo decir que posiblemente tocaran algún tema de los suyos como Riots o Sons of Betrayal y en cualquier caso sé que descargaron toda su Metalrage  el caso es que perdí el setlist que tanto me había costado arrancar del suelo del escenario y la flecha del amor que sustraje asimismo al querubín más barbudo que mis viejunos ojos han podido contemplar nunca. Pero mi cleptomanía infructuosa tuvo su compensación al final de la noche: un aguerrido gambitero me regaló unas gafas rojas "porque seguro que me sentaban a mi mejor". Este quería picarme el billete ¿que no?. Pero ahí me fui a casa, tan digna, tan contenta, con mis nuevas gafas puestas a pesar de que los neones de la noche no eran tan fuertes como para tener que ir haciendo el ridículo de esa manera. Y me sentí una neoyorquina de resaca por Las Vegas. Imaginación al poder. Oh yeah. Y que sepais que si algún día me caso será solo para que me organicen un FestiRubi tan majete como éste. ¿Que no?

2 comentarios:

  1. Rubia-K eres más grande que el gran cupido barbudo!

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  2. Hola, Rubia.

    Sé que eres grande, la que más, no lo he dudado nunca, pero no conozco a ninguno de esos grupos... ¡Ma cagüén!

    Me divierte mucho leerte, porque eres tan cañera que podrías ser del mismo Vallecas, pero el oido mío va por otra línea más pop-era.

    Besitos, guapetona.

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