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martes, 10 de febrero de 2015

LES LIASONS DANGEREUSES. Concierto LEFTOVER LIGHTS y MOONTRAP. Sala Maravillas. Madrid, 6 de febrero


Los diosesdelolimpo los crían y ellos se juntan. Este podría ser perfectamente el resumen resumido de la novela epistolar de Choderlos de Laclose pero sobre todo es el resumen del concierto de presentación del nuevo disco de LEFTOVER LIGHTS para el que tuvieron a bien invitar como grupo invitado a mis idolatrados MOONTRAP. ¿Casualidad? Llamémoslo conexiones más que razonables donde el destino, esta vez personalizado en un rubio pelazo, les unió en una bonita y fría noche de febrero. Buah qué poético, bucólico y pastoril que me ha quedado esto ¿qué no?. 

También fue una casualidad bien intencionada que conociera a KAROLA DOLA y su arte una noche desenfrenada de concierto (en el rubianiversario, para más inri). Gracias a ese feliz encuentro hoy puedo contar con sus fotazas para esta vuestra rubicrónica de hoy y que tan solo son una pequeña muestra del comienzo de una bonita y larga amistad.


Lo que no me discutiréis es que los caminos de los diosesdelolimpo son inescrutables y lo que hace relacionarnos los unos con los otros y persistir en dichos vínculos solo ellos saben a qué últimas razones obedece. 

Esto es también lo que tratan de recoger LEFTOVER LIGHTS en los temas de su último trabajo denominado UNIVERSE, el cual, como ya he mencionado en las diversas enredaderas sociales, lo siento también como MI UNIVERSE (Pincha AQUÍ sivesquetal para leer mi rubicrónica del concierto para mecenas con el que me obsequiaron). Es un disco conceptual al uso donde el hilo conductor lo encontramos en las distintas fases por las que pasamos en nuestras relaciones de pareja: las mariposas en el estómago (“Universe”), el ciego embeleso (“My addiction”), la cresta de la ola (“High Tide”), la asfixia de las mariposas (“Against”), la inercia (“Inertia”), la cornamenta (“Losing control”) y, finalmente, el ypegalavuelta (“How can I say”).


Muy fácil de esquematizar todo lo que da de sí una relación, sea peligrosa o no, pero muy difícil de justificar el por qué nos metemos en esta rueda una y otra vez sin solución de continuidad (mencanta esta expresión). Pero ¿qué sería de nuestra triste existencia sin la pasión? ¿y sin los celos, esas punzadas que nos da el corazón cuando vemos peligrar la correspondencia de nuestros apasionados sentimientos? ¿o la desidia que te entra cuando te despiertas en una relación en la que no sabes en qué momento se volvió triste?. Pero me voy a quedar con una fase especial de los enamoramientos (Javier Marías, Ireallyloveyou): la infidelidad. ¿Es traición? ¿o es cierto que, como bien decía el llorado García Márquez, nuestro corazón tiene más cuartos que un hotel de putas? Pues el mío, musicalmente hablando es, como el de la Marquesa de Merteuil y el Vizconde de Valmont, de los segundos. Y cada banda que descubro en el camino y que me apasiona, encuentra un espacio donde cohabitar con las preexistentes. Y LEFTOVER LIGHTS, sobre todo por su actitud, están haciéndose poco a poco un hueco en este mi muy promiscuo y díscolo corazón musical.


Aunque, todo hay que decirlo, en este concierto de presentación no les acompañó mucho el sonido. Falló bastante y de hecho, a pesar de que pude esquivar al amigo 2x2 que me obstaculizo su visión en la ocasión anterior, en la zona en la que yo me encontraba, la pantalla no sonaba y perdimos gran parte de ese peculiar timbre que se gasta Ángel. La caja de Gonzalo sobresalía por encima de todo y en ocasiones tapaba los bonitos diálogos guitarreros entre Félix y Lucas. El más equilibrado fue sin duda el rookie Alberto. Yestoesasí. El estar en periodo abstemio obligado y ver conciertos rodeada de músicos es lo que tiene: en vez de dejarte llevar por la pasión de la música en sí, estuve más pendiente de las condiciones técnicas en las que éste se estaba interpretando. Solución: quiero otro concierto de LEFTOVER LIGHTS, cojonas. Me he quedado con ganas de más y mejor.


En cuanto a MOONTRAP, mi más loca y última pasión que ya está en fase de idolatración ciega, y que abrieron el concierto como artistas invitados, creo que dieron uno de los mejores conciertos que he oído de ellos. Y eso que, como si alguien hubiera pisado el cable, se quedaron totalmente sin luz en uno de los temas y ahí tiró Harry de clase y dio literalmente el do de pecho cantando a pleno pulmón. Un Harry Smyth seguro de sí mismo como nunca, tremendamente cómodo en el escenario y que me encandiló una vez más con su profundo y potente vozarrón. 


Y si Harry tira parriba, Manu (Pin), Chinchi (Pon), Rodri y Berto (Namasté) le acompañan a las mil maravillas, cada uno con su cadaunada. Sorprendieron nuevamente a propios y extraños con la presentación en sociedad de un tema nuevo, "When in Rome" (sé positivamente que mi vecina de concierto, que jamás había oído de ellos, quedó prendada de ellos en general y de esta canción en particular). Y terminaron el concierto dedicándome su última canción, que no fue mi “Backbone”  del alma (que por moñas se quedó en el tintero) si no otra que me viene al pelo con el título de esta mi rubicrónica de hoy: “A fatal dance of hearts and minds”. Porque de eso se trata, mangurrios y mangurrias, de bailar, de dejarse llevar por la música que suena a partes iguales desde el corazón y el cerebro, dos órganos que nos distinguen y que nos hacen un poco más humanos.


Os dejo con las imágenes de su tema “The Night Timers” aunque para mí más que vídeo musical es un corto con una banda sonora del trece. A destacar el trabajo de dirección de John Reck, el guión del propio Harry Smyth y la minuciosa dirección de fotografía de Ezequiel Romero.

Mi rubiconsejo de hoy: AMAD, FOLLAD, VIVID. Pero ya. No esperéis al momento adecuado porque éste, no existe.



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