Y de pronto la música me llama
como el Whisky en la noche más oscura
y se adueña de mí, me da coraje.
Consigue que me escape de mi cama
que grite con la voz de mi locura
que esta noche hacen Rock Los Personajes.
Qué velada de reflexión prelectoral tan francamente. Así da gusto reflexionar. Y es que el sábado noche hasta en la sala de fumadores de los garitos (uséase lo que viene siendo la fukin street) se hablaba de política por doquier. Hacía tiempo que no oía a la juventú hablar tan exaltadamente respecto al preocupante presente y nuestro incierto futuro inmediato. Por un momento realmente creí que lo íbamos a cambiar todo esa misma noche. Ahora sé que simplemente nos costará un poquito más de tiempo.
La excusa era juntarse en la Gran Fiesta 5º Aniversario de
Los Personajes. En general, de todo el elenco de la escena musical alcalaína que fue llamado al escenario del Rock Night para celebrar tamaño evento, las que más brillaron sin duda fueron las dos
personajAs que se hicieron un hueco entre tanta testosterona: Laranis por sobrados y conocidos motivos y la chica del YoliYoli porque sólo las rockerasdepró saben mover bien las caderas alanteyatrásyalanteyatrás aunque el gañán de turno se sienta obligado a acercarse y preguntarte con sorna el consabido
¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?
Esa noche hubo de tó: mucho Burning; un Rick Astley cantando el airoplén acompañado a la guitarra del más rubio de los Thor; una claqueta que iba por su cuenta; un vikingo de Jaén arengando a las exaltadas masas con su jeyjeyjeyjeyjey sin fin, una camisa de cuadros zoomaniana perdida entre tanto cuero y tanta tachuela; un baterista que cuando me conoció hace unos años me hablaba muy despacico, no solo porque fuera rubia si no porque encima se creía que era guiri; un flequillo RobertSmith indomable... En general había muchisisisisisimo músico y pese a ese buenrollitoquébiennosllevamostós que flotaba en el ambiente, por lo bajini había algo de pique, alguna que otra rencilla y cierto resquemor queyolosé. Y aunque así debe ser en cualquier constelación de rockstars que se precie (aunque sea en la diminuta sociedad cumplutí) pienso deque a veces, no se puede vivir con tanto venenoooooo (quequieromorirdamevenenooooo). Yo, como ya habéis comprobado, según lo pienso, lo suelto. En el momento en el que me inoculan (con perdón) el veneno, lo escupo ipsofactamente no vaya a ser que me muerda la lengua y me envene yo también.
Y ya sé que más de uno estaís omnibulados con mi prosa y mi peculiar forma de escribir estás mis crónicas de una groupie venida a menos (está mal que yo lo cuente pero ya hasta me para la gente en la calle para preguntarme si soy yo.....; os aviso desde ya: no sé si voy a poder llevar con dignidad esto de la fama). Pero por más que se empeñe Joyce, el monólogo interior (para los catetos: «corriente de la conciencia» —stream of consciousness— en la terminología de William James) lo inventé yo. Bueno, eso y todo. Y así, mis relatos pretenden emular el fluir, libre y desinhibido, del pensamiento. Ya quisiera la Molly Bloom. (No, yo tampoco he conseguido finalizar ese truño que es el Ulises. De hecho, no sé si pasé de la segunda página. Pero bien que me apreté una pinta en el Davy Byrnes, porque lo ponía en la guía de Dublín. Por cierto, qué me gustan a mí todos los David Byrne)
Pero para mí los que realmente triunfaron esa noche, a parte de nuestra Espe (entavíanomelopuedodecreer), fueron los
Yakuzas y su Ley de Chamberí:
ojo por ojo, diente por diente una vieja receta que se sirve caliente (y fíjatetú que a mí esta Ley ya me suena de algo...). Pero me fui preocupada a casa. Si alguien lo sabe, por favor me diga si estos chicos llegaron sanos y salvos a su querido barrio capitalino pues les vi salir a gatas de la fiesta postconcierto en el Tiki (bytheway, ¿por que no habéis repuesto todavía el Johnie negro, cagüentó?) y alejarse como si del propio Fari se tratara en una de sus peores noches, más pedo que mi amigo Alfredo.
Que los cumpláis muuuuuuu requetefelices, Personajes. Y que lo del domingo es un pequeño paso atrás para coger impulso y saltar más fuerte.