Vamosvamosvamosvamos… que tenga
que ser un grupo funkinista el que ya lo dijera allá en el 78… Y es que ser un
friki siempre ha sido sinónimo de ser guais. Y ahora ser chic es que te guste
el funkinismo (el groove para los guais). Joer, pues va a ser que yo soy freak
y chic desde los 80'…. Viejuna (o vintage, como prefiráis), pero trendy al fin y al cabo. Bueno, he
de confesar que antes del evento que os voy a relatar me zampé previamente un bocatacalamares en
el Diamante y eso, la verdad no sé si es trendy, friki o paletorro pero el caso
es que estaban del trece.
Con la andorga bien llenica, pues
que allí que me fui, pa’ la sala Kapital (la Titanic pa’ los más viejunos) a
ver que nos podía ofrecer un Nile Rodgers a sus 59 añicos y sus artistas
invitados. Pues no podía ofrecernos otra cosa que dance, dance, dance y everybody
clap your hands, clap your hands. Y así estuvimos desde el primer acorde:
meneando el culazo y dando palmas.
La de cosas que ha hecho este hombre. Casi
lloro con el Upside down que compusiera para Diana Ross pero es que ya de ahí
le dio un repaso a la mejor música dijkotekera de todos los tiempos y en la
que este mangurrián, junto con su colega el bajista Bernard Edwards, ha
intervenido ya sea componiéndola, produciéndola, directamente interpretándola o
todo en su conjunto y a la vez: We are family (Sister Sledge), I’m coming out
(Diana Ross) o el propio Good times con Chic que, por si no habéis enterado, es
la base sampleada del Rapper’s Delight (usease el aserejé de todalavidadediox).
Con todo este musicote no pude hacer más que marcarme el baile de la señorita,
el de tómalotuyoesmiono (el del gusano loco me fue imposible porque la sala
estaba bastante petá y me hubieran pisado o algo), la medusa del amor y así hasta el infinito. Qué
pena no haber estado más cerca del escenario y haber sido uno de las tripicientas
elegidas que subieron a darlo todo en el fin de fiesta. Hubiera sido mi momento
funkinista para la posteridad y hubiera superado nuestro debut en el Teatro
Häagen Dazs (perovamosaverunacosica: ¿qué es eso de que un teatro tenga nombre de helado? Ayyy si
LopezdeVega levantara la cabeza…). No estuve hábil y tuve que conformarme con
airear mis axilas entre los cienes de almas que allí se congregaron.
Qué recuerdos de Benidorm en el
Hotel Pelicanos con la bola brilli-brilli, las sesiones de la Rolling-dijko
de Chamartín… A ver si se entera la Madonna deunavezportodas que eso de dar
vueltas por la dijko con los patines al ritmo de la música, el pelazo rubio al viento y los
calentadores en las pantorrillas lo
inventé yo. Bueno eso y todo. Por cierto, otra que también podría decrise que fue descubierta por
Rodgers el cual no se cortó ni un pelo y se tocó también el Like a Virgin, tema que
también tuvo la visionaria idea de producir. ¿Hay algo que este pollo no haya
deproducido?
Pedrazo de invitados los suyos: en
blanco riguroso vino acompañado de una mini sección de vientos, su organico, un
bajo muy propio (aunque evidentemente no podía ser el de Edwards) y dos chirlis
haciendo algo más que unos simples coros y unos bailecicos: tremendos
vozarrones¡¡¡¡. Por supuesto que también había un baterista que se atrevió a
cantar el Let’s dance de Bowie, el dijko más dijkotetequero de mi adorado Duque
Blanco con el cual redescubrí en los 90' lo chic que es ser freak.
Fin de fiesta como se merecía: primero el Le freak y luego pa' remate un Good times apoteósico mientras caían del cielo cienes de papelicos de brilli-brilli.
Y aunque la entrada estuvo a precios populares (no
así las cocacolas que estaban a 8 eurazos -bueno, la verdad es que con el “sinpa”
casi involuntario que hicimos y la petaca rescondía, las copas nos salieron por
lo mismo que en Requena: 4 euricos de ná), no nos quedamos a las sesiones de
DJs y demás que tenían previsto los organizadores (una conocida marca de
bebidas que, como las compresas, tienen alas). Y ejke semos frikis pero poco. O
al menos no tanto.
Señores: seamos frikis
FREAK OUT, LE FREAK C’EST CHIC¡¡¡