Queridos lectores del Murequetinteresante:
He
de confesar que tengo que revisitar mi afamada y mundialmente reconocida Teoría de las Versiones y el Creacionismo.
Bien conocida es por todos mi clasificación en Versiones Francamente que son aquellas que al menos te transmiten un
80,59% de lo que lo hace la canción original del grupo en cuestión y las Versiones Propiamente que al hacerlas
según el leal saber y entender de la banda versioneante superan a la canción y/o
grupo versioneado. Y todo lo que se salga de esta clasificación o es DEQUENO o no
existe. ¿Y por qué he de bajarme de la burra y admitir un error de apreciación
en tan perfecta Teoría?. He de darle las gracias al cantamañanas del profesor de la Universidad de Witwatersrand
en Johannesburgo que recientemente ha publicado en la Science Digest un bonito artículo titulado
“El eslabón perdido de la Teoría de las Versiones
y el Creacionismo: los Australopithecus Perrunis Viejunus”.
Y es este fin de semana cuando he podido
efectivamenteysí comprobar sobre el terreno que los Perro Viejo hacen
versiones como les sale del bombo, originando por tanto un tertium genus en mi Teoría. No obstante, sirva también esta modesta
contribución escrita para denunciar que pretendieron comprar mi indiscutible
buen criterio dejándome elegir entre el set list (el cancionero que diría
aquél) que amablemente me proporcionaron al comenzar su concierto. Y a golpe de
“loquedigalaRubia” fueron versioneando a lo Perroviejuni style melodías
animadas de ayer y de hoy.
No faltaron los himnos generacionales del CSI (tanto
el de NY como el de Las Vegas). Y me sorprendieron con la Brown eyed girl de Van Morrison que un superfanchi y sin embargo
amigo de la banda consiguió que tocaran a pesar de que yo no se la solicité.
Pero así me gusta hombreya que las de los ojos marrones también tenemos derecho
a que nos hagan canciones:
Do you remember when we used to sing?
Sha la la la, la la la la, la-la-la-tee da hey,
hey sha la la la, la la
la la, la-la-la-tee-da la-tee-da umm!
Me destrozaron muy propiamente el Heroes (que no así el higo) de mi
querido Duncan Jones’ father. Y ejecutaron un Amor en vano del trece dedicado a mi querida y nunca bien ponderada
jefa (por cierto, acuérdate que llegan ahora los bonus de navidad…). Aunque en
puridad y según mi conciencia sé que no debí hacerlo, elegí el Bohemian Rapshody, además de por el
merecido recuerdo al bigotes más bigotudo que nos dejó hace 20 años, por incordiar
un poquejo ya que los chavales hacían doblete y además sabía que Fer no había
mezclado el ibuprofeno con los margaritas.
Y ahora que menciono el alcohol, voy a hacer mi denuncia
de hoy: ¿Porqué vigilar tanto el botellón y no a ciertos hosteleros sin
escrúpulos que no compran el licor a precio B si no a precio K (de kaka) y
encima te venden ese matarratas a 8 euros?. Sé que hago una acusación sin
ninguna prueba porque todas ellas salieron de mí a la mayor velocidad posible
por el agujero que más cerca encontraron a las 10 horas justas de su ingesta. Y
eso que era un barrio/pueblo pijo. No vuelvo másnunca a garitos asín. No sin mi
petaca.
Fin de fiesta como se merece: de conversación con
los agentes de la autoridad competente. Nos quedaban dos míseros minutos para
llegar a casa tras atravesar toda la Comunidad de Madrid cuando le tuve que
decir a mi querido Starbuck: “Darling, me temo tenemos un Cylon en la cola”.
Afortunadamente pillamos de buen humor al mayor ojo rojo de la Alianza Galáctica.
Eso junto al arrepentimiento espontáneo y la aceptación de la propia estupidez
humana evitaron la punición segura de una infracción fragrante. Diablicos que
semos. Perros y viejos para más inri.
Cuando
el tren se alejó
con
sus dos luces detrás
cuando
el tren se alejó
con
sus dos luces detrás
una
azul por mi pena
roja
porque tú te vas
es
en vano mi amor
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