Pues si tunantes: YA ES
PRIMAVERA. Y a tan rotunda afirmación he podido llegar yo solita con mi propio
mecanismo. Bueno, miento, me ayudaron ayer los chicos de 84 que me invitaron
expresamente a la inauguración de la Primavera a la que han dedicado desde el pasado 21 de
marzo cuatro conciertos distintos y únicos, con cuatro formaciones y
repertorios diferentes y solo para 80 personas cada uno. Enresumiendo: cuatro
lametazos. Qué fino, elegante, exclusivo y cabalístico que es todo, oiga.
Afortunadamente (o no) yo solo me pasé por el último de ellos. Como presentaban
asimismo su último video, el de Tormenta Sideral (canción para la cual en el
concierto se hiceron acompañar de Sergio de Preciados,
ya sabéis, el que les enseñó a tocar la bandurria?????) le eché un vistazo antes
de irme para la sala para entrar en materia pero, maaaaaaaaaaaaaaaal, porque me
llenó de prejuicios tipo “vaya panda
moñas que me han mandao a ver un domingo a las siete de la tarde, estonoestápagao”. Hice de tripas corazón, me hice una trenza, me puse una flor en el
pelo, cogí la cazadora vaquera, metí mi
nikon en modo sobreexpuesto en mi cesto de paja y, además de ir muy trendi, me
mimeticé perfectamente con el ambiente setentero upperside que por allí se respiraba.
La exclusividad de este cuarto
concierto consistió en invitar a numerosos mangurrianes a tocar con la
chavalada o lo que viene siendo armar un colegueo fino no, finisisisismo.
Efectivamente y sí, para aquellos que conocéis la Costello hubo momentos en los
que estaban más apretujaos en el stage que yo entre el público rabiosamente
juvenil, pero exclusivo, que allí se congregó.
Me gustaron y mucho, todoseadicho.
Es decir, frente a su declaración de intenciones de ”Prometemos no defraudar a los incondicionales, convencer a los
escépticos y sorprender a los neófitos”, hete aquí a una neófita
sorprendida. Especialmente a destacar su Burdel de sirenas donde todos entran
sin pagar (ah no, calla, que solo entran los que pueden pagar y tienen mucha
soledad) que gana muchísimo en directo y porque siempre he sido muy de sirenas
(aunque sean de charca) y de frejkas.
No sorprenderé a nadie si afirmo
que los 84 no son de Brooklyn ni tan siquiera de Baltimore (no hay más que verlos, la verdad), como
todo lo que huele y rezuma a folky últimamente, pero he de confesar que, a parte de que he vivido, me conquistaron en esa tarde de domingo soleada con sus
panderetas pues, como ya sabréis, para esta vuestra RubiaK, donde esté una
buena pandereta que se quite cualquier zambomba. Por cierto, gracias a estos
gambiteros ya sé de otro instrumento que podría tocar si finalmente convenzo a
alguna banda… LAS MARACAS (qué gonicas las que lució ¿Jaime? en una de las canciones).
Y otracosicatevoyadecir: esa
languidez del video de La hierba bajo el asfalto con su
guitarrita rinkirinki no apto para chicas mayores de 20 años también gana sobremanera cantada y tocada en vivo y en
directo para lo que, en esta ocasión, contaron con Álvaro de Right Ons. A destacar también la versión
del California waiting de los Kings of Leon que Enri destrozó bien a
gusto, quien, por cierto, le vi con un soltar de guitarra muy fácil ante el
primero que osara subir por el escenario. Hablando de versiones, tampoco podía
faltar una de las bandas por excelencia del
70’s Show: Big Star y ese I’m in love with a girl que hizo mover
esos ejércitos de piernas y faldas femeninas que tanto les gusta a estos
chicos. El tequilero Josu García fue otro de los elegidos que también se paseó por
el escenario en su calidad de padrecolegamigodetó y al que Enri le cedió presto la guitarra
a cambio de mi ansiada pandereta.
Más invitados: Pablo Antelo les
acompañó en Antes de Ayer y posiblemente cerrase el concierto una canción
de las grandes en las que los chicos de 84 estarían acompañados por Leiva pues por allí le vi pululando en
los momentos previos al concierto. Pero no pude quedarme hasta el final. Joer, era
domingo, el finde muuuuuuuuuu corto y el lunes se presentaba complicao. Pero me fui con pena porque me hubiera gustado
haberme quedado por allí a ver si es verdad que les gusta tanto jugar a
levantar las faldas de las chicas pijas aunque me parece a mí que al final, el
que verdaderamente resuelve es el baterista rubito con camiseta ghostbuster y con cara de bueno
que casi nadie vio ni sintió y que como todo los bateristas sería el único que al final triunfara esa noche. En cualquier caso me parece fatalllllllllll que se empeñaran
en pregonar a los cuatro vientos y repetir a la saciedad (calculo que unas cuatrocientasmil80omás veces) que estaban de resaca. Yo también,
caguentó y no estuve llorando por ahí como una nenita. Menos mal que la Primavera
ha venido y ya sabemos cómo ha sido:
Por fin vi el cielo abrirse
sobre Madrid
Las nubes ya se alejan y dicen
adiós
A este largo invierno
Vuelven a abrir las heladerías,
hay trovadores en cada esquina
la gente se bebe sus cañas
en las terracitas de Tribunal….
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