Además de la elegancia del erizo, bien es conocido que otra de las cualidades animales de las que gusta jactarse al mundo del rocanroul es la tenacidad de las cucarachas y esa
Kevin K la atesora según reza su
myspace. Músico incombustible y rey del como ser un perdedor de éxito, este mangurrián de NYC nos convenció anoche de que esto que él hace es cosa de actitud y de aptitud. Y el que vale, vale y el que no, se queda mirando el número de tuits y de megustas que hacen sus supuestos fans en las enredaderas sociales mientras otros rocanrolean que es lo que han venido hacer.
Y esta clase magistral de actitud paraconlavida se la debemos principalmente al cansinisisisissimoo Alfonso Siempretarde de la
SalaEgoLive que durante los días previos al concierto se la pasó bombardeándonos con sus mensajes relativos al pecado que supondría privarnos de ver a este mangurrián en nuestro pueblo. Por supuesto que ni pajolera idea de quién era este
Mr. Kevin K hasta ayer. Así, le eché un vistazo vía SantoGoogleBendito y me terminó de convencer el hecho de que entre las bandas que cita como su inspiración e influencia constan gambiteros serios como los
Ramones,
Iggy Pop, los
Lords of the New Church o mi amadisisisissimo
Bowie. Así que, qué se le va a hacer, allí que nos presentamos un jueves de un todavía caluroso verano para ver con nuestros propios ojos en la mano qué se cocía por #egoland.
Para esta su enemérrima gira europea cuenta el de Niuyol con la ayuda de los
Kool Kats: dos gabachos olalá lechocolá de la banda
The Last Brigade,
Ritchie Buzz y Fabien Tolosa (por cierto, la versión más Herman Monster de un baterista que yo conozco). ¿Y que cómo lo hacen teniendo un océano atlántico por medio? Pues a distancia y cuando viene de gira, un solo ensayo y atomarfanta. Y hay otros que les cuesta subir al local de ensayo que lo tienen a tiro de smartphone. Y ahí es donde me di cuenta, enconversando con ellos con mi wiscacho ya en la mano que tanto en inglés como en francés para tocar un instrumento se utiliza el mismo verbo que nosotros para jugar:
play y
jouer. Impresionaos con mi dominio de las lenguas ¿que no?. Y es que entre pillos anda el juego aunque sea con Dolls de New York. Y con la de tristes que hay por ahí tocando instrumentos con los que no juegan. Válgame.
El cuarto
Kool Kat en discordia es uno tipo de Detroit denominado
Ricky Rat, que es el alter ego más punk glam de
Kevin K y que me llevaba unos pedazos de boogies (o creepers que llama hoy en día la juventud) rojos que ya los quisiera para sí
Billie Joe Armstrong.
Que sí, que también se tocaron unos temicas pero para variar me lié a kotorrear y se me olvidó pedir el setlist de rigor. Hubo, eso sí, una canción dedicada a Jennifer Love Hewitt y un montón de ellas más tutupá rabiosamente punkarras y ramonianas. Y yo sin mi camiseta esa viejuna (que no vintage) y no de esas que venden ahora en Zara-trusta para la juventú ramoniana de pacotilla¡¡¡¡¡ Pero no me hizo falta ayuda para identificar esa versionaca que se marcaron y que tarareamos todo el personal: This Boots are made for walkin' a lo más Sinatra style (pero el de Nancy, no la del padre ese con tabique de plata, se entiende).
Y terminaron como no podía ser menos con el I wanna be your dog de Iggy Pop. Por cierto, después de 30 años o más, al final mi media rubia neurona hizo conexión y escurrió que el Me gusta ser una zorra de las Vulpes es una muy francamente versión (perdón quise decir cover ouyeah) de aquél y los Stooges donde el c'mon lo cambian por el "cabrón" (amén de otras y muy variadas licencias poéticas que se permitieron al cantarlo en la mismita lengua de Cervantes).
Y hoy, los chulitos de la capital tendrán que pagar 23 eurazos por este conciertaco, además de comerse el coche por no poder aparcarlo en un viernes expecialmente complicado por aquello de las huelgas (y ejke cómo está el país, oigaaaaa). Y nosotros aparcamos en la puerta, pagamos 8 euricos, con 2 más nos tomamos un copazo bien frejkito, lo vimos entre colegas, sin un solico empujón o pisotón y nos pusimos a departir con los componentes de la banda una vez terminado el concierto. ¿Cómo se os queda el cuerpo, capitalinos de mierrrrrrrrrrda? Porque, que sepáis, que aunque semos cucarachas, semos tenaces y:
These boots are made for walking, and that's just what they'll do
one of these days these boots are gonna walk all over you.