Pues efectivamenteysí, ese fue para mí el ganador de los Premios de la Música Independiente que la Unión Fonográfica Independiente ha tenido a bien convocar en esta su Quinta Edición. Nuestro Excmo. Sr. Ministro de Cultura se ganó todas y muchas más de las dedicatorias de quien osó coger el micrófono en tan galardonadora noche (y doy fe que fueron unos cuantos) empezando por el siempre irreverente Leo Bassi. Efectivamente y también, además de darle hasta en el carnet de identidad, le llamaron de todo menos bonito. Y es que todavía, quizá, algún mangurrián y sin embargo persona humana no se ha enterado de que la cultura no es un lujo. Cojonas.
Sin duda el premio de la noche que más me tocó la fibra sensible (que por supuesto algo queda de esa fibra en mí) fue el de Servando Carballar. Y es que he oído recientemente algo que, sin que sirva de precedente, comparto totalmente. Aunque con la edad tu abanico de gustos musicales es cada vez más folclórico y variopinto a la par que dispar, la música que escuchabas a los quinceañostienemiamor será siempre la que corre libre por tus venas y la que te pone más los pelos como ejkarpias. Se pongan lo modernos como se pongan. Yestoesasí. Por eso los Dro, sus obreros especializados y su transmutación posterior en la cresta de la ola hacia la Fábrica Magnética me trajeron recuerdos de purita independencia fonográfica y de otras licencias. Al grito de "libertad, igualdad y electricidad", el Aviador Dro acogió agradecido su merecido galardón denominado "Mario Pacheco" en honor al pionero fundador de Nuevos Medios que tantas alegrías me importaron en mi más tierna y descerebrada adolescencia.
A lo largo de toda la ceremonia pudimos confirmar en vivo y en directo la ubicuidad de Radio 3 que se hallaba por doquier y que tan pronto recogía premios como los concedía, los presentaba o mismamente los aplaudía y donde los más históricos así como los más pipiolos abusaron de su omnipresente apuesta por la música de calidad. Pero para omnipresente el chicharro del Sr. Chinarro que está en todo indiesarao que se precie a pesar del mal carácter que se gasta.
Hablando de barbacas, qué bueno fue ver ganar a esas embrujadas Prin La Lá de entre los 33 de Radio 3, la mayoría gafapasta barbudos con camisa de cuadros. Perdón, quise decir hipsters. Todavía nos queda esperanza. Pero para 33 los de la deslenguada Mala Rodríguez. Qué de lenguaraz arte derrocha esta Bruja en este su último trabajo.
Pero para bien hablada Mikaela Vergara de Radio Clásica. Fue quien, de lejos, presentó con más elegancia y propiedad el premio en este caso otorgado a Eulàlia Solé por su En nombre de Bach. Muy grandes las dos. De verdad.
En cuanto a las actuaciones, yo que soy muy del funkinismo negroide, en la retina pero más en mi tímpano se me quedó Porta y su rap jipjopero. Eso sí, tanprontotedigounacosacomotedigolaotra: sigo sin entender lo de Lorena Alvarez y su Banda Municipal. ¿Estamos locos o qué?.
Como hubo milomás premios que fueron concedidos a esa segunda y paralela mainstream autodenominada indie que rebosa los carteles de los festivales estivales y ya me he cansado de escribir, quiero finalizar esta mi rubicrónica con otro que me gustó mucho y que fue el que se otorgó en la categoría Obra literaria de temática musical. No solo porque es el premio que voy a ganar yo el año que viene cuando presente esa mi rubinovela en ciernes si no porque se lo concedieron al único libro que me he leído en todo el invierno y que son las Postales Negras del ínclito Dean Wareham que ya se ganara en su momento una bonita rubireseña con la que os podéis deleitar AQUI y en la que me afané en ser el capitán de su remolcador. Si es que soy una gurú del género, ¿que no?. Así que Libros de ruido: nosdigonáyoslodigotó. Vamos, que busco editorial güenagüena que me avale ¿Mentiendesloquetequierodecir?.
Y a usted Excmo Sr. Wert, ¿sabe usted lo que le digo? Como bien proclamó el también galardonado Jose El Chatarra: ¡a las penas, puñalás¡.
Sin duda el premio de la noche que más me tocó la fibra sensible (que por supuesto algo queda de esa fibra en mí) fue el de Servando Carballar. Y es que he oído recientemente algo que, sin que sirva de precedente, comparto totalmente. Aunque con la edad tu abanico de gustos musicales es cada vez más folclórico y variopinto a la par que dispar, la música que escuchabas a los quinceañostienemiamor será siempre la que corre libre por tus venas y la que te pone más los pelos como ejkarpias. Se pongan lo modernos como se pongan. Yestoesasí. Por eso los Dro, sus obreros especializados y su transmutación posterior en la cresta de la ola hacia la Fábrica Magnética me trajeron recuerdos de purita independencia fonográfica y de otras licencias. Al grito de "libertad, igualdad y electricidad", el Aviador Dro acogió agradecido su merecido galardón denominado "Mario Pacheco" en honor al pionero fundador de Nuevos Medios que tantas alegrías me importaron en mi más tierna y descerebrada adolescencia.
A lo largo de toda la ceremonia pudimos confirmar en vivo y en directo la ubicuidad de Radio 3 que se hallaba por doquier y que tan pronto recogía premios como los concedía, los presentaba o mismamente los aplaudía y donde los más históricos así como los más pipiolos abusaron de su omnipresente apuesta por la música de calidad. Pero para omnipresente el chicharro del Sr. Chinarro que está en todo indiesarao que se precie a pesar del mal carácter que se gasta.
Hablando de barbacas, qué bueno fue ver ganar a esas embrujadas Prin La Lá de entre los 33 de Radio 3, la mayoría gafapasta barbudos con camisa de cuadros. Perdón, quise decir hipsters. Todavía nos queda esperanza. Pero para 33 los de la deslenguada Mala Rodríguez. Qué de lenguaraz arte derrocha esta Bruja en este su último trabajo.
Pero para bien hablada Mikaela Vergara de Radio Clásica. Fue quien, de lejos, presentó con más elegancia y propiedad el premio en este caso otorgado a Eulàlia Solé por su En nombre de Bach. Muy grandes las dos. De verdad.
En cuanto a las actuaciones, yo que soy muy del funkinismo negroide, en la retina pero más en mi tímpano se me quedó Porta y su rap jipjopero. Eso sí, tanprontotedigounacosacomotedigolaotra: sigo sin entender lo de Lorena Alvarez y su Banda Municipal. ¿Estamos locos o qué?.
Como hubo milomás premios que fueron concedidos a esa segunda y paralela mainstream autodenominada indie que rebosa los carteles de los festivales estivales y ya me he cansado de escribir, quiero finalizar esta mi rubicrónica con otro que me gustó mucho y que fue el que se otorgó en la categoría Obra literaria de temática musical. No solo porque es el premio que voy a ganar yo el año que viene cuando presente esa mi rubinovela en ciernes si no porque se lo concedieron al único libro que me he leído en todo el invierno y que son las Postales Negras del ínclito Dean Wareham que ya se ganara en su momento una bonita rubireseña con la que os podéis deleitar AQUI y en la que me afané en ser el capitán de su remolcador. Si es que soy una gurú del género, ¿que no?. Así que Libros de ruido: nosdigonáyoslodigotó. Vamos, que busco editorial güenagüena que me avale ¿Mentiendesloquetequierodecir?.
Y a usted Excmo Sr. Wert, ¿sabe usted lo que le digo? Como bien proclamó el también galardonado Jose El Chatarra: ¡a las penas, puñalás¡.
¿Y patí no hubo na? peazo rubia.
ResponderEliminarNi las gracias me dieron, queridisisisisimo Cuentón. Pero unacositatevoyadecir: ya les espero yo para la próxima edición cuando me den el premio a esa mi rubiobra literaria . Arrieritos somos....
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