Me voy a des-teñir. Quiero volver a ser morena. Quiero entender qué es lo que está pasando porque por más que le doy vueltas no veo donde está el quid de la cuestión.
No lo entiendo. En un afán de dar a conocer más opciones musicales (y en mi modesta opinión y con muy poco criterio, mucho mejores) frente a lo que nos pretenden imponer desde esa segunda mainstream autodenominada "lo indie" donde la diferencia radica en que lo "no indie" depende de mutlinacionales del sector musical y lo indie depende de otro tipo de multinacionales (principalmente las cerveceras o los grandes almacenes que ya me dirás tu qué entienden de música) he contactado con bloguchos como yo que me han pedido dinero por comentar sobre el nuevo trabajo de un grupo. No lo entiendo.
No entiendo que en la mayoría de las salas de Madrid las bandas tengan que seguir pagando un alquiler cuando lo que hacen es llenarla de sus amigos y superfanchis para que se emborrachen y las salas puedan sacar un beneficio del 500% tratándose de cervezas y del 1000% si es ese copazo de marras que, además, por regla general es un veneno llamado con sorna garrafón y todos nos reímos mucho pero que es veneno al fin y al cabo y que ningún Ministro de Sanidad y/o Consumo es capaz de combatir. No lo entiendo.
No entiendo que en este contexto y si tan mal va la cosa como pueden sobrevivir salas como el TIC TAC de Alcalá de Henares, donde seas mejor o peor siempre cobras un caché, jamás se cobra una entrada, te dan unos Jonhies negros muy ricos y sus pipas de acompañamiento de gratis. Y que encima su dueño, D. Nacho y de Todos Los Frutos todavía le queden ganas de volver al escenario y darlo todo (eso sí, algo le ha debido ayudar una de mis precisosisisismas púas que le regalé). No lo entiendo
No entiendo que el Ex-Ministro del que me gustaría hablar hoy es de Wert más de los que acompañan a Placi aunque ayer nos dieran un recital de rock&roll de libro con lo más granado de su primer disco "Mi viejo barrio", destacando su coreado "Acelera". Eso sí, me quedo con un Nacho, entregado, jugando en casa y donde más del 90% del público venían a verle a él y sin embargo, modestia hecha hombre, se limitó a esconderse detrás de la columna y así tocar su guitarra en petit comité. A destacar también ese JoseDavid con su camiseta del Real Tanzania que hizo de sus rizos un nuevo torbellino. Fin apoteósico con versión de Kiss y aunque, efectivamenteysí, nos hubiera gustado rockear durante toda la noche... ay amigo, había que madrugar pero para vacacionar, que no es lo mismo.
Así que, o me aclaráis todos estos interrogantes que rebotan en mi hueca y rubia cabecita o me voy a la pelu y a partir de ahora cambio el nombre a este chiringuito y paso a ser LaMorenaProducciones. Tuverás. Menos mal que siempre me quedará Chamonix. Oh la lá, le chocolá. Y eso, sí que lo entiendo
Mi Luci, que lleva dos años de rubia -no tanto como tú-, porque molaba mucho, ha decidido que quiere volver a su pelo castaño original, porque el tinte no es bueno para el cabello. Y porque cada uno es como le ha tocado. En cualquier caso, no desaparecerá vuestro encanto.
ResponderEliminarUn beso,
Cuentón.
Pues no creo que sea muy difícil entender que es la ley de la oferta y la demanda. Las salas se aprovechan porque hay bandas que están dispuestas a pagar por subirse a un escenario… Yo no pagaría por ir a mi oficina ni loca y tampoco creo que haya muchos músicos dispuestos a pagar por ir a dar un concierto. Pero se nos olvida un punto importante… Qué ocurre si compaginas tu trabajo "de oficina" con tu hobby de tocar en una banda? pues que cobras por tu trabajo de L a V y te gastas el dinero un sábado tocando con tus amigos en Costello… mientras haya gente que con pasta dispuesta a pagar por subirse a un escenario independientemente del talento que tengan, habrá salas que cobren por dar conciertos...
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