Dejadme por favor que, para variar, os de un buen consejo: leed el mejor libro sobre música que se ha escrito últimamente. "Como funciona la música" de David Byrne es de lo mejorcito que ha caído entre mis manos. Claro, que viniendo de unos de mis Davides (el segundo para mas inri) traía ya la recomendación debajo del brazo. Es didáctico, irónico, enriquecedor, entretenido, emocionante..... Las referencias al mismo va a ser el pan nuestro de cada rubireseña a partir de ahora. Avisados estáis.
Empecemos con su concepto de la psicoacústica. Parece ser que el cerebro "oye" tanto o más que el oído. Y mi cerebro con los MOONTRAP oye tanto que se cortocircuita más de la cuenta en cada uno de sus conciertos. Un año hace justo que los conocí en esa misma sala, la Juglar. Y esto se está empezando a parecer a la interminable y ya cansina historia de "Como conocí a vuestra madre". Y venga la burra al trigo (siendo yo la burra y ellos el trigo). Lo míoparaconellos, al igual que su música, ha madurado adecuadamente. Desde entonces tienen un EP que recoge las cuatro joyas de su corona y tal y como les vaticinaba, lo van a petar en renombrados festivales estivales. Aún así, el pasado viernes volvieron a sorprenderme muy gratamente, haciéndonos participes de alguno de sus nuevos temas, que van soltando como con cuentagotas. Es especialmente evocador YOU LEARN TO LIE. La muy bien redenominada RIDERS, es otra de sus nuevas composiciones que están pidiendo a gritos ser registrada para la posteridad. Y a TRADE le estoy ya empezando a pillar el tranquillo.
Y para llegar a tales conclusiones parto de la idea de que las bajas frecuencias de un bombo y un bajo, como bien apunta también el mencionado Byrne, se sienten tanto como se oyen. Puedes sentir los graves en tu pecho y en tus entrañas, nos mueven físicamente por dentro, nos zarandean y masajean físicamente "Son frecuencias sensuales, sexis, y también un poco sucias y peligrosas". Ahora me explico yo porque me gusta tanto un funkinismo..... Si a esas frecuencias sexis, le superpones una interlocución continua entre dos guitarras que te entran por los oídos como cuando te aprietas un wiskacho con sed y el alcohol empieza rápidamente a calentar tus venas, las sientes palpitar dulcemente, notas como tus párpados se relajan y tus labios se transforman en una sonrisa de placer.... pues efectivamenteysí, ya la has vuelto a liar. Pero si la guinda de este delicioso pastel sonoro es una voz sensual, profunda, que te habla desde más allá del corazón y las entrañas, con una pronunciación extra brit, al más puro estilo de Brighton, el resultado no podría ser más psicoacústico. Y así pasa, que les auguré justo hace un año un futuro prometedor y ahí lo llevan. El círculo se cierra aunque sé que es más una espiral que se dirige sin prisa pero sin pausa hacia donde ellos quieran elevarla. Volad pajaritos. Y volad alto.
Tanto me desestabilizan estos mangurrianes que estoy embarcada en una nueva movida que no sé en lo que puede desembocar. Y eso que decidí hace poco simplificar mi vida. Pero supongo que me refería a quitarme de en medio las movidas superfluas. Y ésta no lo es.