Qué final más apropiado y rockero para un Festival de música. Que te venga la policía nacional a quitar los plomos, no tiene precio. Puede decirse que el SANCHO PANZA FESTIVAL ha subido su caché este año gracias a la presencia en última instancia de las fuerzas armadas del Estado. Bien es cierto que a WE ALL FALL, la última banda y por tanto, la más perjudicada con esta situación, no le hizo ninguna gracia -con toda la razón del mundo- tener que acabar antes de finalizar el setlist que se traían bien decidido y preparado. Solo pudieron ser cuatro los temas que nos ofrecieron y que nos supieron a tan poco.
La que suscribe sintonnison lo vio venir cuando comenzaron a la 1.45 con su atronador y sin embargo fino macarrucerío. De hecho me fui corriendo a hacerles fotos porque sabía que si me descuidaba no iba a poder tener ninguna instantánea suya. ¿Quién tuvo la culpa? Por supuesto la organización, no hay duda. Es cierto que se empezó tarde por culpa de las autoridades, as usual, que decidieron en el último momento no molestar a los que disfrutaban del teatro clásico en el cercano Corral de Comedias. Y de hacer prueba de sonido ni hablamos ¿no? En consecuencia se fue quitando un tema a cada banda pero, evidentemente, no fue suficiente. Tampoco es que éstas ayudaran mucho en los cambios, porque lo que se dice rápidos en montar sus chiringuitos, los músicos nunca lo son. Pero también somos responsables todos nosotros, ese público inmóvil y asobinado, que fuimos incapaces de decir ni un solo improperio a aquellos que nos quitaban de golpe algo que realmente estábamos disfrutando: música atutiplén en las piedras más ilustres de la aldea. Ni tan si quiera un "mucha policía, poca diversión". Una pena.
Pero, como siempre, he empezado por el final. Ya me vale. Retomemos el correcto orden cronológico de los acontecimientos y hagamos que este mi blogucho de mierda se parezca a los miles que inundan las enredaderas sociales.
Vaya por delante mi más sentido aplauso al muy conseguido sonido que nos brindó COLOSOUND. Con sus bonitas y modernas tabletas estos chicos lograron obtener un sonido impecable (al menos para una analfabeta musical como yo) y no sufrimos tener que rodear la siempre incómoda mesa de mezclas. Claro, que yo me pregunto, con estas cosas tan modernas ¿dónde vamos a quedar ahora cuando nos perdamos en los conciertos?.
Al turrón, rubia, que se te va el hilo.
El pistoletazo de salida a esta gran iniciativa capitaneada por el programa OTRA FORMA DE MOVERTE lo dieron ANKAÄ, una banda de metal melódico (que os gustan las etiquetitas, que lo sé, aunque solo sea para llevarme la contraria) con un vozarrón del trece al frente, denominado Almudena. A destacar ese teclado bandolera de Santi a lo Nacho Cano que hacía décadas que no veía en un escenario. Buen comienzo.
Entre banda y banda fue amenizando los interminables cambios de aparatitos, el complutense más californiano -¿o es al revés?- D. ERIK LA CHAPELL y su bonito y recogido folk cósmico acompañado al bombo por Javi Jiménez proveniente de otro de mis ojitos derechos complutís: RUTA 57. Erik demostró una vez más que es otra de las joyitas que tenemos en la aldea al que deberíamos cuidar más pues creo, sinceramente, que no le mimamos lo suficiente. Yestoesasí.
El dúo HUNTERS formado por Mahuricio Araque y Josemaria Marrero continuaron con la onda intimista creada por el de Oakland. Ya solo porque les gustan The Editors estos chavos me caen muy requetebien. Este proyecto tiene muchos visos de cuajar en una interesante realidad. ¡A por todas, chavales¡
Y les tocó el turno a mis amados THE ROYAL FLASH. Sí, les amo. Sí, son mi nueva debilidad (cada vez tengo más ¿eso es el bien o el mal, doctor?). La banda más rabiosamente juvenil de Alcatraz de Henares y la que más se contonea allá donde les dejan. Revolution es su MOTTO y la banda sonora de su juventúdivinotesoro. Supieron a poco. Como siempre. Como nunca. Y esta vez SÍ van a cobrar por ello. ¿Dónde están ahora esos músicos tan profesionalmente anónimos que se les hincha la tecla desde la ignorancia y no respetan el buen hacer ajeno?. Un poquito de ZAS, como de alegría, siempre viene bien.
VERELA, ya con los tiempos muy recortados, nos dejaron su ramillete de coloridos temas. Y doy fe de que Alberto Ambite tocó todos y cada uno de los pedalicos y botoncicos que siempre le suelen acompañar. Pero sobre todo he de quitarme el sombrero ante ese mítico bajista, D. Wash Herrera que no ha parado desde que introdujera el rock en esta nuestra aldea con los no menos míticos GRADHEN. Olétuscojonestreintaytres.
Y fue entonces cuando se precipitó el final más bochornoso y avergonzante de las cinco ediciones que yo he presenciado (en la primera todavía no me había dado por esto del groupismo fino).
10 de julio de 2015, 14:49
Unknown
10 de julio de 2015, 15:38
Un saludo y muchas gracias.