LEAK OF NOISE: EL RUIDO QUE FLUYE

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DIEAWAY es el tiempo que tarda un sonido desde que deja de ser emitido hasta extinguirse dentro de nuestro cerebro... en esos 60 decibelios pasan muchas cosas que solo el alma sabe descifrar.

Y CEROCOMA es el tiempo que tarda esta vuestra rubia descerebrada en cargarse los efectos visuales de un concierto. Fue concretamente en el que la banda DIEAWAY dieron en la Sala Ego-Live este sábado 17 de noviembre para presentar su disco Leak of Noise. Fue empezar el concierto, darle la rubia a la tecla y joderse el chiringuito. Y mira que les pregunté milomás veces si sabían lo que hacían al dejarme tan complicada misión. Y eso que también rogué a propios y extraños que a partir de las 12.00h me trataran como un gremlin y no me mojaran, no me dieran de comer y mucho menos de beber... Pero ni fukin caso que me hicieron, oiga. Y yo sin mi typex para borrar ese "Reinicie su equipo" que tuvieron como telón de fondo en las primeras canciones del concierto.

La ventaja de que las proyecciones tan concienzudamente preparadas por el baterista más dicharachero de todo el Henares no funcionaran es que tuvimos que tirar de otros recursos y acudir a nuestro Floydian eye que fijatetúquécasualidad y efectivamenteysí es uno de los temas de este increíble discazo. ¿Y qué es esa tontuna del ojo floydiano? Atiende ahí a la explicación de Diea, el niño cantor de la banda: Todo el mundo vinculamos lo que oímos a estímulos visuales. Nuestro sentido más desarrollado es la vista, o por lo menos al que más importancia le damos. Cuando escuchamos música que nos gusta especialmente, a nuestro cerebro le gusta 'pintar' visualizaciones o evocar colores... los maestros musicales de ello fueron Pink Floyd, su música siempre estuvo acompañada de imágenes con un gran peso narrativo... de ahí el adjetivo 'floydian" (digomeyo: lo que dan de sí las noches de pipas y bourbon en el Tic-Tac de Alcalá de Henares...).

Pero eso no se queda ahí, aún hay más amiguitos: Los nativos norteamericanos siempre quisieron dominar los sueños, momento en el cual el oído humano sigue trabajando de forma casi idéntica (no somos conscientes de muchos sonidos externos mientras soñamos, pero éstos nos condicionan el sueño y nos lo varían a su antojo). El uso de alucinógenos perseguía tal dominio. El ojo representado en aquella cultura es el famoso 'atrapa-sueños', el cual atrapaba los buenos sueños y espantaba las pesadillas... lo veían como una membrana que filtraba lo malo y se quedaba con lo bueno... Al igual que en la música, la membrana es un micrófono o un altavoz (uno capta y el otro emite, pero su funcionamiento es el mismo, solo que uno al revés del otro)... bueno, y el oído es otra membrana que funciona igual ...El título no es otra cosa que un guiño a los maestros del rock progresivo. Tócatelospiesmariluz. Pero unacosicaosvoyadecir: nos os droguéis, niños, que la drogaína es muy mala. Os lo dice esta vuestra rubia y M.A Barracus.


Pues el sábado esa membrana y/o atrapasueños tuvieron el efecto contrario y los pequeños dioses que habitan en los microchips, micrófonos, válvulas, pedaleras y bordoneras (incluso los cierres de los establecimientos donde robar el Jägermeister que ruló entre el público durante las últimas canciones del concierto) se confabularon esa misma noche para no dejarles ni dejarnos disfrutar de un concierto que esperábamos desde el inicio de los tiempos. Y no quiero mentir a nadie: no fue uno de los mejores que he visto de ellos (y puedo prometer y prometo que he visto unos cuantitos) pero sí el más querido, el más apoyado y el más sufrido por los fanchis y sin embargo amigos que rodeamos a la banda esa noche. Porque de eso se trataba, la presentación de su niño en nuestra pequeña sociedad de amigos de la bandurria de Alcatraz de Henares, en el microcosmos musiquero complutí o complutense que ansiaba conocer el resultado del trabajazo de estros cuatro mangurrianes. Y eso, impone. No solo a ellos si no también a los que estábamos abajo, que hubiéramos deseado que todo hubiera sido perfecto. Pero dejemos de ponernos melodramáticos que esto se está pareciendo al capítulo final de Follar en tiempos revueltos, cojonas.
 
Siguiendo con el mundo tan onírico que rodea al calentito trabajo de DIEAWAY me gustaría llamar vuestra pizpireta atención sobre el corte seis del disco, Eroded, que parece ser está inspirado en el cuadro Persistencia de la Memoria de Dalí que mucho interpretarlo p'arriba y p'abajo pero finalmente resulta que es el fruto de una mala digestión del genio de Figueres. Según él mismo fue provocado por la imagen del queso camembert (yo soy más de reblochón) que había tomado aquella noche y cuya imagen blanda derritiéndose, no le había dejado dormir. Cuenta que fue así como completó al día siguiente un paisaje que tenía a medio hacer, añadiendo tres relojes blandos que asumían de esta forma la imagen del queso derretido, y un autorretrato suyo pseudomórfico en forma de ameba, del que apenas descubrimos su ojo cerrado por sus grandes pestañas y el resto estilizado hasta la desfiguración.

La noche anterior al concierto no sé si fue el pollo tikka masala picosito que me zampé o el cantar desafinado de una baterista que menos mal que se dedica al bombo (aunque los coros en falsete siempre se le han dado muy francamente) el caso es que tuve pesadillas en torno a cuándo debía ser el momento exacto para darle a la tecla que iniciase la correspondiente visualización del estribillo de este temazo, momento que siempre se me escapaba:

And we don't own our minds
'cause we know everything 
and we leave it behind.
We're gonna be alright
and we'll give half the prize
and leave it inside.
We are curls rolling on
rough stones.

Ahora sé que era un presagio de que ni siquiera iba a tener la oportunidad de darle a la fukin tecla. Siguiendo el mencionado cuadro de Dalí, para cerrado, mi ojo floydiano en esa noche de sabadosabadete. Fue como si al principio del concierto me hubieran echado un buen chorretón de zumo de limón en él y ya no pude ver más nada de todo los que estos chicos me estaban proponiendo con sus rifis y sus rafes. En esos 60 decibelios de mierda solo conseguí visualizar en mi mente un cartel en neón amarillo parpadeante que me decía lahecagaolahecagaolahecagaolahecagao.
Y por eso el concierto no me gustó. Bueno y porque no pudieron mostrarnos todo su potencial ya fuese debido a los nervios, las calamidades varias, la propia felicidad de su dream come true o el cabreo generalizado de la banda que hacía del pitufo gruñón un aficionao. Pero efectivamenteysí nos hemos de quedar con ese trabajo ingente y colosal que hay detrás de DIEAWAY, de todos esos años que han dedicado a que su disco sea todo lo perfectito posible, como a ellos siempre les ha gustado hacer las cosas. Porque ellos se han autoproducido, autoeditado, autopublicado, autopromocionado.... En definitiva, autocurrado y un disco que no sólo sirve para calzar una mesa o el proyector maldito que no quiso funcionar.Y esto ya es dificil en un mundo donde la industria musical deja mucho que desear como ha puesto de manifiesto recientemente un muy denostado (a veces sin razón) Dave Gahan:  “Desafortunadamente, una de las cosas que ha traído consigo el desarrollo posterior de la música electrónica han sido los músicos perezosos. Usan la tecnología de un modo abusivo. Soy consciente de que se podría decir lo mismo de las guitarras o la batería en la música tradicional… Hay música y música mala. El caso es que hay música electrónica pésima, producida exclusivamente para generar una gratificación instantánea. Muy a menudo, y volviendo al disco que hemos hecho, a menudo el camino más fácil no es el mejor. Te tienes que ganar el respeto. Uno puede escuchar nuestros discos y sentir el cariño que hemos puesto, el crecimiento y maduración que hay en ese itinerario”. Coño, ni que lo hubiera dicho Diea.


Y ya fuera de nuestro pequeño microcosmos, la gente que les ha comenzado a escuchar se están dando cuenta de lo que hay. Dirty Rock ha dicho de ellos: DIEAWAY han dejado atrás, por el momento, las “caretas” de Robert Plant, Eddie Vedder o Adrian Belew para ser todo un descubrimiento, que sin caer en los típicos, tópicos excesos épicos, ácidos, melódicos, barroquistas o Pop Rockero desnatado, han sabido dar en el clavo con los cuatro temas escuchados, de los que garantizo harán disfrutar con todo un “flujo de ruido” de calidad

Otra canción a destacar: Cracks in the sky que como ellos mismos dicen "es una canción que crece poco a poco en nuestros gustos... una vez que se instala en la cabeza ya es imposible no soltarla. Esta canción es como si Led Zeppelin hubieran coqueteado con las raices nativo norteamericanas, solo faltan esos indios bailando en corrala alrededor" (hiahou, hiahou, hiahou, hiahou.....)

He, al menos, de mencionar que el sábado también tocó como artista invitado la banda CardiaC recién venida de Ginebra pasando por Sevilla para telonear a Sober. Ahí es ná. Un lujazo que no voy a entrar a comentar porque hoy el protagonismo es en su total más absoluto para mis queridisisissimos DIEAWAY.

Lo mejor del concierto: los previos y la fiestaca post concierto donde pude reirme hasta hacerme puropis con gente que hacía tiempo no veía y que se desplazaron desde Palencia, Zaragoza o El Chorillo. Y toda esa gente tenemos ahora algo en común: estamos esperando ya con mucho ansiosismo ese concierto Dayagüero al 100% que nos habéis prometido. Y no nos vamos a conformar con menos: avisaos estáis. Y dejad fluir vuestro ruidaco, cojonas hombreya.

And I'll pray there that I won't die away
No sobs I could hear, skins with deep wounds that will not heal.
I'm dying away...someday I'll pray my way...my own way.