Me fui el día de antes al del The Next Day a mi tienda de discos favorita (sí, esas tiendas vintage que se dedican , por amor al arte a vender esos obscuros objetos de deseo frustrado llamados CD) y les pedí enfervorecidamente que me guardasen el disco en cuantico le viesen aparecer por la puerta. Al día siguiente lo recogí y con un mimo inusitado en mi atolondrado devenir procedí a rasgar el celofán que lo envolvía y a oler su liberada novedad. Pero vamos, que olía a papel y punto.
Y allí tenía delante de mí, por 16 leuritos, todo un flamante CD con sus 14 nuevos temas, 3 bonus y sus letricas bien impresas. Y desde entonces ya no vivo llorando hey¡ vivo cantando hey¡ vivo soñando hey¡ Y solo quiero que me digas que está pasando que estoy temblando de estar junto a tíiiiiiiii. Qué alegría, qué alborozo, como me gustan todos y cada uno de los temicas con los que nos ha deleitado el más camaleónico de los camaleones. Todas y cada una de sus nuevas canciones tienden un puente a otra de las antiguas y puedes reconocer en ellas pasajes, rifs, teclados, voces que te llevan por un momento a esa otra canción de hace tripicientos años (quizá todas coincidan con una producción Visconti, como no). Así por ejemplo el final de So lonely I could die contiene el mismo desgarro del you're not alone final del Lady Sardust (porque efectivamente y sí, parece mentira que no lo sepáis pero hubo una Lady Stardust, hombreya tanto con el Ziggy parriba y el Ziggy pabajo).
I can only love you by hating him more. Y te lo suelta así, con esa dicción tan britt. Brrrrrrr. Y eso que vuelvo a aclarar públicamente que a mí este hombre jamás me ha atraído sexualmente hablando. Bien pequeña era cuando forré las paredes de mi cuarto con todas las fotografías que encontraba por ahí de este ser supranatural ante los atónitos ojos de mis padres que no entendían como me podía volver tan loca semejante espécimen andrógino. Pero es que lo que siempre me ha atraído de él es su originalidad creativa. El ser una de esas personas que te hacen preguntarte para qué queremos saber si hay vida en Marte si hay marcianos como éste viviendo entre nosotros. Y que después de diez años de silencio durante los que se le creía medio muerto vuelve con un enérgico:
Here I am
Not quite dying
My body left to rot in a hollow tree
It's branches throwing shadows
On the gallows for me
And the next day
and the next day
And another day.
De todo el disco me quedo con el (You will) Set the world on fire porque, además de porque yo soy muy de estar siempre on fire, soy muy de pandereta y oyendo esta canción en mis atascos matutinos en la NII (ya sé que no os interesa pero para los otros no necesito activia) me veía encima del autobús de la "conti", taconeando en su techo con mi pelazo al viento, al ritmo de unos buenos panderetazos en mi cadera y cantando a grito pelao su estribillo. Luego si veis que hace un vídeo parecido recordad donde oísteis por primera vez la idea que luego sois todos de memoria muy débil y si te visto no me acuerdo. Y que me decís de ese instrumental Plan? Yo lo veo (mejor dicho lo oigo) como la mejor banda sonora que su hijo Duncan Jones pueda encontrar para su próxima peli. ¿Que no?
Lo peor del disco: la portada. Por mucho que sea de un superdiseñador con nombre japonés, ya te vale Davicín. Supongo que os quedó un buen stock del Heroes allá en su remasterización y había que darles salida pero me parece una cutrez, cojonas. Y ya de las letras ni hablamos.... Vamosaverunacocisa: los unicos que vamos a caer en la tentación de comprar un CD así tenemos la vista algo más que cansada por lo que incluir las letras en esa letruja apelotonada y espachurrada no dice nada a favor de tus buenas intenciones frente a tus superfanchis de toda la vida.
En definitiva, es un disco de preguntarse a uno mismo ¿cómo se puede ser tan Bowie y no morir en el intento?.
Stars are never sleeping
Dead ones and the leaving
We live closer to the earth
Nearer to the heavens
Cuentón
4 de abril de 2013, 10:17
Un beso, rubia
Towanda
6 de abril de 2013, 22:55
De acuerdo contigo, guapetona. Bowie es mucho Bowie para esa portada tan cutre aunque la haya diseñado un asiático experto. Me da ganas de coger las herramientas que tengo para suicidar canarios y aflojarle las tuercas al susodicho.
Ahí dando caña como siempre la rubia y su melenón dorado.
Un beso muy grande.