Esta vez descubrimos a los neoyorquinos (aunque bien podría decirse que son de Memphis, por ejemplo) DADDY LONG LEGS, un trío formado por Josh Styles (que tiene toda la pinta de ser un legendario en estas lides) a la batería (por decir algo ya que, además de pasar de los platos, lo cual es de agradecer por mí, como montadora oficial de baterías, se dedicó a aporrear la caja con una maza y una maraca, tócatelospiesmariluz), un slide-guitarra turco llamado Murat Aktürk y un mangurrián denominado Brian Hurd, cantante, a la par que armonicista y lo que viene siendo un noparar. Su parecido con Fred Astaire es increíble si no nos fijamos en su ígneo pelazo.
Pues ná, allí nos encontramos nuevamente, con el copazo de rigor en la mano, previo besuqueo a la plana mayor de la Sala (me estoy empezando a preocupar: ya soy más conocida que la Chelito) con otro grupito de Brooklyn pero ¡¡¡¡oh milagro¡¡¡¡: no hacen folky.
Que quede bien clarito: los intereses de la Banda son "To destroy rock n roll and rythm n blues as it stands and rebuild it in the name of DADDY LONG LEGS." Declaración de principios y ambición no les falta a estos tunantes. A esto yo añadiría (sin ánimo de ofender y porque así lo reconocieron públicamente): les gusta asimismo el alpiste fino, mayormente el vino.
También los entendidos os dirán que si Dr. Feelgood por aquí, que si los Flamin' Groovies por allá... pero no tienen niputaidea. Estos tres gambiteros se sobran y se bastan para liarla parda y nos tocaron a troche y moche todo su repertorio y más.
Trouble (always comes my way): eso es el título de una canción y lo demás son tontunas. Me recuerda a mi padre cuando sorprendía a mi hermano, el más faenero, en una nueva fechoría con cara de recién llegado y le increpaba, con esa voz tan acojonadora que solo los padres de antes son capaces de sacar: "hijo, no sé cómo te las apañas pero, efectivamenteysí, siempre estás cerca del lugar donde ocurren todas las desgracias".
También nos deleitaron con los típicos tópicos sobre el demoño, Johnny el Largo, las cocaínas, las brujas, los solitarios (estoy que me salgo ¡me hice nuevamente con el setlist¡) pero nos terminaron barriendo el alma y los pies con su atronador “Death Train Blues”.
Y ahora RubiaK, después de este torbellino musical, vas y te vuelves a tu casa a caer en la cuenta que sigue siendo domingo (más tarde para más inri) y que en cero coma suena el despertador para ir a currar. Y mi Papaíto Piernas Largas que me salve de ésta ¿ande está?. Do you know what I mean, man?
Cuentón
10 de abril de 2013, 8:15
¡Salud, rubiak!