Qué gran verdad. Basta que la vida te golpee para devolverle el golpe, como el cartero, dos veces. Y más fuerte si puedes, qué cojonas. Cuando te dan un toque que te recuerda crudamente lo efímeros que somos no hay más que tirar p'alante y aprovechar todos y cada uno de los maravillosos instantes que nos quedan por venir no vaya a ser que sea el último. Estos golpes en todo el gepeto son además la prueba ideal para saber quién está contigo en lo bueno y en lo malo. Lo siento pero me sentía en la necesidad de compartir con vosotros la experiencia mística que ha vivido esta vuestra RubiaK en las últimas semanas.
Y esto, de forma menos melodramática, puede aplicarse también a mis amados
DIEAWAY a los que he visto muy crecidos en este último concierto que nos han dado en la Sala
El Juglar. A pesar de que ha decidido irse un miembro histórico de la banda justo ahora que acaban de ver editado su ansiado CD, el
show
must go on y allí les tuvimos, al trío lalalá en un acústico del trece.
Un acústico que de guitarrita rinkirinki no tuvo nada. El público neófito no echó de
menos un segundo guitarra ni siquiera en el
Cracks in the Sky de estos chavales. Eso no quiere decir que Monti, su nuevo guitarrista, que no pudo estar presente por compromisos previos, no se vaya a librar de tener que darlo todo a partir de ahora pues, mi querido Montijano, estás llamado a ser el revulsivo clave en esta
nueva andadura de los
DIEAWAY. Avisao estás. Además tu leal saber y entender le podrá dar más alas a
Diea quien podrá dedicarse más a sus gorgoritos Cornellianos.
Qué detalle el de estos chavales el dedicar su bello tema
Without Face a mi querido Perruni (
Javi Beltrán), aunque hubiera estado mejor que éste les hubiera podido acompañar con su ukelele recién traído de Hawai. Que guay. Pero para guay, ese delicioso tikka masala acompañado por una agradibilisima conversación sobre la paternidad que compartí con él tras el concierto.
Un aplauso especial merece también el bajista de
Dieaway, Raúl, que ha decidido hacer frente a su cada vez más escasa cabellera con un reluciente y siempre arriesgado rapado. Olétushuevos. Un bombillo en una banda siempre le da caché. Y además pone de manifiesto, más si cabe, esos ojazos verdes del pequeño de los Puigdueta. Y por eso no me extraña que las fanchis de esta gran banda vengan desde el mismo Toledo (un besazo para Yrie y Feli) a arroparles en cada decidido paso adelante que van dando.
De
Guts or glory fue también el concierto de los increíbles
MOONTRAP que suenan cojonudamente ochentudos. Pero de los ochenta güenos-güenos, que en seguida os vais p'al tecno-pop. Sabiendo poco de ellos y apenas entornando un poco los ojos conseguí viajar a mis añorados años de bailoteos con
Joy Division. Bien es cierto que
ayudaron esas
milomás cervezas hindús denominadas Cobras que me bebí en los momentos previos al concierto. Los espectaculares muros de guitarras de temas como
Follow,
Little Black Ties o el homónimo
Moontrap me cautivaron y me pusieron los pelos de ejkarpias, además de quitarme, aunque fuera momentaneamente, unas cuantas canas y arrugas. Últimamente me estoy cansando de escuchar a todas horas esa música que ahora se denomina
indie y que como ya he dicho en otras ocasiones no es más que una segunda mainstream que corre en paralelo y que llena los carteles de los cienes de festivales que se nos avecinan pero que, personalmente, cada vez me aportan menos. Bandas como
Moontrap y
Dieaway me dan la tranquilidad necesaria para confiar en que siempre habrá bandas con ganas de hacer cosas distintas, que me sorprendan y que contribuyan a mi crecimiento intrapersonal. (Ya os había avisado que paso por un momento muy místico. Sorry).
Y hubiera sido una noche redonda y mágica si dos chuzos muy chuzos no me hubieran obligado a deambular por las bonitas y poco concurridas calles de Lavapiés pero en lugar de seguir lanzando improperios me limitaré a afirmar qué bonito y colorido que ha quedado este madrileño barrio.
MOONTRAP terminaron con Say, su tema más calentito y reciente. Pues ¿sabéis una cosa, mangurrianes? Yo también tengo algo que deciros. Ayudádme en esta mi nueva cruzada: ya que tanto os gusta tocarnos las peras, si notáis algún bulto extraño, SAY IT. No sabéis lo milagrosa que es la detección temprana del cáncer de mama. Y vosotras, chirlis mías, haceros siempre las revisiones oportunas.
RESILIENCIA¡¡¡¡. Yestoesasí. Y que viva la Marea Blanca.